El argentino Gastón Gaudio se coronó campeón de Roland Garros tras vencer en la final el domingo a su compatriota Guillermo Coria, tercer favorito, por 0-6 3-6 6-4 6-1 y 8-6, tras 3 horas y 30 minutos de dramático partido.
El bonaerense de 25 años levantó en el quinto set dos puntos de match para luego llevarse un duelo que tenía casi perdido luego de comenzar muy distante y llevarse Coria los dos primeros sets.Fue una final con drama, suspenso y que comenzó muy distinta a como culminó. Coria en el primer set quebró de entrada y mostró su habitual regularidad. No en vano el número 3 del mundo llegó a esta instancia con 48 victorias en sus últimos 50 partidos sobre tierra. Gaudio pareció estar con la almohada pegada en la cara sin reaccionar y con errores donde el bonaerense es rey, su revés y el toque. Así Coria se puso 4-0 tras un revés fuera de su contrincante y luego una doble falta de Gaudio dio una nueva rotura al santafesino. Coria salió a cerrar el primer set sacando firme con Gaudio con mirada perdida y desubicado en su juego. Otro revés fuera del bonaerense le dio el primer set a Guillermo Coria por 6-0 en sólo 23 minutos de juego. Hasta allí Coria había cometido solo 4 errores no forzados contra 16 del bonaerense. La final no era la esperada. Era un match frío sin las grandes jugadas esperadas, Gaudio no aparecía y todo iba muy rápido, demasiado para el gran favorito, Coria que comenzó a sentir el aliento favorable a su rival.El comienzo de segundo set volvió a mostrar al talentoso bonaerense tras perder su servicio con doble falta, sin brújula, sin sacar como en jornadas anteriores, no lograba hilvanar los buenos tiros que mostró en la última semana ante sus previos vencidos, Hewitt y Nalbandian. Coria manejó los tiempos y se limitó a que Gaudio siguiera errando. Las gentes se afanaron por alentar al joven de Temperley y Gaudio con intermitencias comenzó a levar su nivel. Sin embargo el bonaerense hizo crisis con 3-1 en contra y su saque cuando gritó dos veces"¡Noo, todas se van!..." mientras tiraba su raqueta. Coria presionó y un passing cruzado perfecto de derecha lo puso con nuevo punto de quiebre que logró cuando su adversario tiró afuera un revés paralelo, para colocarse 4-1. En el 7º juego Gaudio tuvo agallas para levantar un set point, comenzó a pensar mejor supliendo extrema precisión por firmeza, lujo por combate y 5-2. Este esfuerzo fue premiado por el público presente que ruidosamente lo animó, alentándolo y ayudándole a seguir elevando su nivel. El bonaerense recompuso su juego y forzó las acciones con el saque de Coria hasta que el venadense exigido tiró una derecha a la red logrando Gaudio su primer quiebre en el match. Pero luego Gaudio se descuidó, Coria apretó, corrió todo lo que se le tiró con sapiencia, sabiendo que todavía el bonaerense no estaba al ciento por ciento de su tenis para culminar el set con formidable drop. Coria se llevó el set por 6-3 y solo habían transcurrido 59 minutos de partido. Pero no estaba todo dicho.Gaudio terminó el segundo parcial mucho mejor que el inicial y todo se hizo más luchado en el tercer set. El bonaerense sirvió mejor y su encanto con el público se cotizó en romance. Las dejadas comenzaron a salirle, su pulcro revés a una mano, quizás el mejor del circuito cuando está enfocado, hería cruelmente al favorito de la gorra al revés. Así se comenzó a ver una gran final, la que todos esperábamos, con dos "especialistas" -decir esto es limitarlos, ya que ambos han demostrado que juegan bien en superficies rápidas- del polvo de ladrillo dando un espectáculo magnífico. En el 5º juego Gaudio tomó soltura, fue superior en los duelos de fondo y tras un largo y corrosivo peloteo logró el quiebre tras dejar su oponente una derecha en la red. Tras una ovación que saludó a Gaudio el estar al frente de un set por primera vez, Coria salió muy disgustado buscando venganza que obtuvo cuando el bonaerense tiro a la red una derecha luego de un duro juego. Luego Coria ganó su saque y se colocó 4-3. En el descanso la gente, que ya disfrutaba del eximio juego de ambos argentinos, comenzó a levantarse y sentarse en sus asientos haciendo la popular "ola". Gaudio, a punto de sacar, como un niño ensimismado disfrutó la ocurrencia del público. Tiró su raqueta y comenzó a aplaudir con una gran sonrisa, mientras Coria aprobaba también pero menos entusiasta. Allí el bonaerense mandó un claro mensaje de que su cabeza estaba como nunca, su espíritu y aquella fe de la que hablábamos horas atrás serían claves.
El bonaerense de 25 años levantó en el quinto set dos puntos de match para luego llevarse un duelo que tenía casi perdido luego de comenzar muy distante y llevarse Coria los dos primeros sets.Fue una final con drama, suspenso y que comenzó muy distinta a como culminó. Coria en el primer set quebró de entrada y mostró su habitual regularidad. No en vano el número 3 del mundo llegó a esta instancia con 48 victorias en sus últimos 50 partidos sobre tierra. Gaudio pareció estar con la almohada pegada en la cara sin reaccionar y con errores donde el bonaerense es rey, su revés y el toque. Así Coria se puso 4-0 tras un revés fuera de su contrincante y luego una doble falta de Gaudio dio una nueva rotura al santafesino. Coria salió a cerrar el primer set sacando firme con Gaudio con mirada perdida y desubicado en su juego. Otro revés fuera del bonaerense le dio el primer set a Guillermo Coria por 6-0 en sólo 23 minutos de juego. Hasta allí Coria había cometido solo 4 errores no forzados contra 16 del bonaerense. La final no era la esperada. Era un match frío sin las grandes jugadas esperadas, Gaudio no aparecía y todo iba muy rápido, demasiado para el gran favorito, Coria que comenzó a sentir el aliento favorable a su rival.El comienzo de segundo set volvió a mostrar al talentoso bonaerense tras perder su servicio con doble falta, sin brújula, sin sacar como en jornadas anteriores, no lograba hilvanar los buenos tiros que mostró en la última semana ante sus previos vencidos, Hewitt y Nalbandian. Coria manejó los tiempos y se limitó a que Gaudio siguiera errando. Las gentes se afanaron por alentar al joven de Temperley y Gaudio con intermitencias comenzó a levar su nivel. Sin embargo el bonaerense hizo crisis con 3-1 en contra y su saque cuando gritó dos veces"¡Noo, todas se van!..." mientras tiraba su raqueta. Coria presionó y un passing cruzado perfecto de derecha lo puso con nuevo punto de quiebre que logró cuando su adversario tiró afuera un revés paralelo, para colocarse 4-1. En el 7º juego Gaudio tuvo agallas para levantar un set point, comenzó a pensar mejor supliendo extrema precisión por firmeza, lujo por combate y 5-2. Este esfuerzo fue premiado por el público presente que ruidosamente lo animó, alentándolo y ayudándole a seguir elevando su nivel. El bonaerense recompuso su juego y forzó las acciones con el saque de Coria hasta que el venadense exigido tiró una derecha a la red logrando Gaudio su primer quiebre en el match. Pero luego Gaudio se descuidó, Coria apretó, corrió todo lo que se le tiró con sapiencia, sabiendo que todavía el bonaerense no estaba al ciento por ciento de su tenis para culminar el set con formidable drop. Coria se llevó el set por 6-3 y solo habían transcurrido 59 minutos de partido. Pero no estaba todo dicho.Gaudio terminó el segundo parcial mucho mejor que el inicial y todo se hizo más luchado en el tercer set. El bonaerense sirvió mejor y su encanto con el público se cotizó en romance. Las dejadas comenzaron a salirle, su pulcro revés a una mano, quizás el mejor del circuito cuando está enfocado, hería cruelmente al favorito de la gorra al revés. Así se comenzó a ver una gran final, la que todos esperábamos, con dos "especialistas" -decir esto es limitarlos, ya que ambos han demostrado que juegan bien en superficies rápidas- del polvo de ladrillo dando un espectáculo magnífico. En el 5º juego Gaudio tomó soltura, fue superior en los duelos de fondo y tras un largo y corrosivo peloteo logró el quiebre tras dejar su oponente una derecha en la red. Tras una ovación que saludó a Gaudio el estar al frente de un set por primera vez, Coria salió muy disgustado buscando venganza que obtuvo cuando el bonaerense tiro a la red una derecha luego de un duro juego. Luego Coria ganó su saque y se colocó 4-3. En el descanso la gente, que ya disfrutaba del eximio juego de ambos argentinos, comenzó a levantarse y sentarse en sus asientos haciendo la popular "ola". Gaudio, a punto de sacar, como un niño ensimismado disfrutó la ocurrencia del público. Tiró su raqueta y comenzó a aplaudir con una gran sonrisa, mientras Coria aprobaba también pero menos entusiasta. Allí el bonaerense mandó un claro mensaje de que su cabeza estaba como nunca, su espíritu y aquella fe de la que hablábamos horas atrás serían claves.
Impensado esto pocas semanas atrás. Gaudio, sin presiones, Gaudio divertido y divirtiendo pese a que todavía estaba lejos en el resultado. Gaudio trascendiendo... El bonaerense lo dejó en cero a su compatriota y empató en 4. Coria sacó y se puso 40-15 con el estadio incendiando el cielo. Tenis del bueno en todas las direcciones. Pasión y sangre de los dos lados. El Merlín argentino tiró un drop con sorna de campeón pero Gaudio corrió y contestó con impresionante contra drop que puso a las gentes a enrojecer palmas y 40-30. Un revés sin rumbo del venadense puso a Gaudio con punto de quiebre y una derecha que murió en la red le otorgó el juego al bonaerense. Luego con su saque Gaudio maravilló con una dejada de fantasía. Un revés fuera de Coria situó a Gaudio con triple punto de set que concretó con un buen saque. Tras el tercer set Coria había aumentado sus errores no forzados que fueron en ese parcial 17 contra 9 de Gaudio y en la sumatoria total, el santafesino poseía 27 contra 44 de su rival.Coria pareció apabullado tras perder el set y abandonó de inmediato el terreno de juego con tensión en su rostro. Tras volver de los vestuarios y cambiarse la camisa, el partido entró en su momento más dramático. Ambos ganaron sus saques en una lidia entretenida y pareja. Entonces fue que Coria pidió al juez de silla atención médica antes de sacar. Y claramente le dijo a su entrenador, Fabián Blengino: "No puedo más" e hizo el gesto de estar abarrotado en su pierna izquierda. Acalambrado fue masajeado, su imagen era desconcertante, mientras Gaudio recordaba aquella final de Hamburgo el pasado año donde el santafesino paró el match en el mejor momento del bonaerense y luego ganó por 6-0 el set et final. Gastón esperó impaciente caminando por la base de la cancha y la final se detuvo macabramente por 4 minutos con Blengino gritando "¡Aguante!". Como en el tango el destino puso a jugar al "gato maula con el mísero ratón". Coria pasó de dominador a dominado. Impotente y fraccionado el venadense dejó de sacar con lógico movimiento, gesticulaba bronca, masticaba rabia y el match cayó en picada por la debacle física de Coria. Gaudio se mantuvo paciente, no se desesperó esperó y una doble falta le dio el quiebre para 2-1. Las acciones comenzaron a ser cortadas y Coria casi ni levantaba la vista del piso. Otra vez, como ante Verkek el pasado año pero en semifinales le ocurría lo inexplicable. Se preparó para ganar Roland Garros, "Vino a ganarlo" dijo su entrenador horas antes. Caídos Ferrero, Federer y vencido Moyà por el propio Coria era el candidato obligado. Rápido y con el llanto desconsolado de su hermanito, que se escondía detrás de la espalda de Blengino, Gaudio se colocó 5-1 con Coria parado en la cancha ante un silencio funerario en el estadio. El temido cortejo se acercó al santafesino cuando Gaudio volvió a quebrar y con ello ganó el cuarto set por 6-1.Como una marioneta a la cual los hilos vetustos le condicionan gracia, Coria tambaleaba y fue al descanso pidiendo bananas. Pero el número 3 del mundo al inicio del quinto set comenzó a emanar saltitos de esos que solía dar el gran Muhammad Alí cuando era el más grande boxeador de los pesos pesados. Gaudio no sirvió tan preciso y boxearon mucho. Una doble falta complicó al talentoso bonaerense que vio como una derecha infernal paralela lo ponía en peligro, pero Gaudio de inmediato abrió al santafesino para cerrar con volea exacta. Coria ya no tenía problemas pues corrió y rompió la barrera del sonido para ganar el punto siguiente y tras enganchar Gaudio un revés festejó la rotura con grito de guerra, 1-0. El partido recobró el ritmo y el nivel perdidos en el cuarto parcial. Gaudio estuvo impecable y recuperó el quiebre tras tirar afuera un contradrop de Gaudio. El bonaerense perdió por un momento los papeles del partido con varias ingenuidades que su rival supo aprovechar quebrando para ponerse 3-1 y después 4-2. En el 8º juego Gaudio movió a Coria de punta a punta, lo sobrepasó con tiros angulados poniendo errante al venadense con su derecha hasta que empató en 4 ante la algarabía general del público ávido de mas y
tenis. En el 9º juego se retaron y se ladraron con jugadas cambiantes pero Coria logró quebrar para ponerse 5-4 y su saque. Con todo para la gloria Coria volvió a ser superado por el bonaerense en el momento justo. Gaudio fue osado, certero, punzante y muy despierto recuperando una vez mas el quiebre empatando en 5. Entonces el combate fue impactante con puntos bien corridos y mejor jugados por los dos. Coria dispuso de 4 ventajas y tras correr con velocidad supersónica un drop de Gaudio impidió un passing ajustado del bonaerense con volea exacta que lo puso 6-5 y nuevamente en posición inmejorable para llevarse el encuentro. Pero Coria no fue inexpugnable y César sobre la arena parisina. Gaudio le aguantó los aires de sumo sacerdote de la arcilla y en un largo juego donde hubo algarabía en las tribunas y tragedia en el ruedo superó un primer punto de partido tras tirar fuera una derecha. En la platea ambos entrenadores sufrían, Carla Coria, penaba pero se inflaba cuando Gaudio enganchó una derecha y puso a su esposo con segundo match point. Gaudio estuvo sólido luego y Coria se desbarrancó con una derecha lejana y con un revés fuera quedando el bonaerense con punto de quiebre. Otro revés sin dirección exitosa puso el marcador 6-6.
El gato sonrió como pocas veces en un partido. El santafesino no lo podía creer lucía contrariado. Tras un magnífico punto una derecha quedó en la faja y Gaudio se puso 40-15. Un revés abrió a Coria y una volea precisa puso a Gaudio 7-6. Coria volvió a sufrir con el revés de Gaudio y quedó 0-30, pero una derecha fuera del bonaerense lo puso 15-30. Un revés que se le fue al lado de la línea lateral a Coria situó a Gaudio con doble punto de match y su poético revés abierto lo sentó en el trono de la fama. De inmediato Gastón Gaudio tiró su raqueta al cielo, dio la mano a su vencido y comenzó una vuelta olímpica al estadio tocando todas las manso de cuantos pudo. Los aplausos tronaron como premio a una labor tan increíble como merecida. Gaudio venció al destinado al cetro, lo desbancó y por cuarta vez un campeón en la historia logra el certamen tras perder los dos primeros sets. El único argentino vencedor en 1977 Guillermo Vilas fue convocado para la entrega de la copa en una sabia decisión ya que originariamente lo iba a entregar el norteamericano John McEnroe. Pero ambos aparecieron del brazo del Presidente de la Federación Francesa de Tenis."Yo no gané no soy yo. Es imposible. Dijo en sus primeras palabras a la televisión francesa antes de la premiación. A Coria se le escapó una lágrima y fue consolado. Gaudio recibió el trofeo y lo elevó al cielo estrechándose en un sentido abrazo con Vilas. El himno argentino sonó como música celestial para el mundo. El argentino se convirtió, además de top-ten, en el primer campeón no preclasificado desde la que en 1997 ganara el certamen el brasileño Kuerten. "Esto es demasiado para mí. Antes quiero felicitar a estas dos personas. Primero a Vilas, Sin el esto no podría haber sido posible. Luego a Coria...que va a ganar este torneo porque tiene demasiado tenis. Gracias a toda la gente, que me ayudó a luchar y para no entregarme en el partido de hoy", dijo Gaudio, en inglés, durante la premiación. Luego, cuando en español, dijo : "Mami, papi, los amo", y se le quebró la voz, "No están acá porque yo dije que no vengan por cábala pero están acá en mi corazón... los amo a todos..a mi familia a mi novia... a todos...a toda la gente en Buenos Aires que se lo merecen, y luego le agradeció a su entrenador Franco Davín, a su preparador físico Fernando Aguirre entre sollozos para luego agradecer en francés, prometiendo volver el próximo año. Por su parte Coria muy compungido felicitó a Gaudio: "se lo merece por todo los momentos difíciles que ha pasado en su vida. Tuvimos problemas antes pero la verdad que como jugador Gastón sos un grande. Agradezco a toda la gente que me acompañó...Gaudio y Coria escribieron la página más gloriosa de la historia del tenis de Argentina. Ambos lucharon y dieron todo de sí en una final tan esperada como extraña, cautivante, cambiante, trágica con agonía y éxtasis. Después de 27 años Gaudio es el segundo argentino en ganar en Roland Garros. El tenis argentino tiene desde el lunes tres top ten. Formidable algo nunca logrado antes. Roland Garros recuperó un gran jugador empolvado por las ruinas de aquella semifinal maldita perdida en Málaga ante España en 2003, donde Gaudio fue el principal destinatario de las culpas. Por aquellos días decíamos Nosotros queremos ver a Gaudio levantando copas y no teniéndolo que levantar ahora como si Gastón viniera de una noche de copas...Humillado, insultado, burlado y hundido por la prensa, dirigencia y aficionados por aquellos días, el bonaerense no se rindió y soportó el temporal. Fueron casi 9 meses, un parto y nació un campeón. Campeón del mundo en Argentina carente y ávida de esperanzas. Campeón al fin. Campeón ganándole al mejor en polvo. Campeón que no se olvidó de su tenis que creyó en todo lo que podía ser.
"La vida es una rueda y creo que me lo merezco..."
Tras su increíble triunfo en Roland Garros ante su compatriota Guillermo Coria, Gastón Gaudio expresó luego de la premiación: "Estaba perdido no podía jugar. Tuve un poco de suerte en el cuarto en que él (Coria) no podía jugar. Parece una película. La pasé mal en un momento. Davin me decía que me moviera mas pero no podía. En el 5-3 del segundo comencé a jugar mejor pero en el quinto set me puse nervioso porque no supe que iba a pasar. Es muy difícil complicado jugar así... Tuve suerte al levantar dos match point, la vida es una rueda y creo que me lo merezco...Ser topten es bueno pero no me interesaba serlo. Quería ganar Roland Garros, lo disfruto es un regalo extra pero ganar acá es mucho más...". Concluyó el argentino.
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